
Es triste que en Zaragoza, una de las ciudades donde más afición hay por la música, uno de los lugares de España donde seguramente habrá más grupos por habitante, a muchos conciertos, incluso uno como éste con artistas internacionales, no haya más que cuatro gatos. Se podían contar con los dedos de tres manos.
Es un hecho que en Zaragoza hay mucha oferta para tan poca demanda, sinceramente, esta ciudad no merece que tengamos buenos conciertos regularmente, aunque a muchos nos joda.