
El día de antes estuve un buen rato decidiendo si acudir en bus o tren; al final valorando horarios y tarifas me decanté por el tren, y hasta la estación Delicias que me fui. El viaje de ida fue bastante bien, aunque estos de la Renfe pusieron una película de mierda llamada Mi vida en ruinas.

Me dí una vueltecilla por la ciudad y me acerqué al hostal donde iba a pasar la noche, por cierto, que estaba en frente de San Mamés, os lo recomiendo si vais alguna vez ya que está al lado del campo del futbol y la estación de bus, y también de donde salen y llegan los buses del festival.

Una vez dentro, me dispuse a seguir los conciertos previos a Rammstein. No quiero ofender a los seguidores de estas bandas, no digo que sean malas ni mucho menos, pero como todos, tengo mis gustos, y los que actuaban este día no me iban mucho. Ya fue mala suerte que de todos los grupos que me gustan fueran a traer a tantos que no.

A Skunk Anansie me hubiera gustado prestarles más atención, pero justo me junté con colegas y sólo pude oirles de lejos. Con Rise Against 3/4 de lo mismo, alguna canción me mola, pero se me hacen muy repetitivos, eso sí, tienen mucho tirón entre la gente más joven.
Y ya directamente fui a pillar sitio para Rammstein, el concierto de Slayer lo seguí por las pantallas sin prestarles atención, tampoco me va ese rollo.
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